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hace 3 años,
A pesar de no ocupar un sitial de privilegio entre los deportes más populares del país, el béisbol tiene una historia peculiar en Perú, que se remonta mucho más atrás en el tiempo de lo que la mayoría pensaría. Ciertamente se trata de un deporte en auge, tanto por experiencias recientes del país como anfitrión de torneos internacionales, así como un renovado impulso por el influjo de migrantes que traen este juego en la sangre.
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Cuenta la leyenda que trabajadores y migrantes japoneses y estadounidenses fueron quienes arribaron con este pasatiempo a las orillas del Pacífico peruano. Es así que la Federación Peruana de Béisbol existe desde 1926, y la selección nacional de béisbol compite actualmente en la Confederación Panamericana de Béisbol (COPABE).
El éxito nacional en este deporte se remonta a mediados de siglo pasado, cuando Perú obtuvo el bronce en esta disciplina en los Juegos Bolivarianos de 1947, que se disputaron en Lima. También cuenta con dos subcampeonatos a nivel del Campeonato Sudamericano, correspondientes a los años 1957 y 1959.
Al momento de este artículo, Perú ocupa el puesto 44 (de un total de 85) a nivel mundial según el ranking llevado adelante por la World Baseball Softball Confederation (WBSC). El principal desafío que tiene el país para avanzar en este deporte, además de la necesidad de ampliar la base de personas que lo practican, es que no ha disputado hasta el momento ninguno de los torneos más prestigiosos e importantes a nivel internacional, como lo son los Juegos Olímpicos, o el Clásico Mundial de Béisbol. No obstante, a nivel regional afortunadamente ha tenido una creciente actividad, y su primera participación a nivel de los Juegos Panamericanos data de 2019.
Buena parte de la base del actual plantel nacional está conformado con personas de raíces japonesas, y jugadores con doble nacionalidad, destacándose varios venezolanos.
Las bases para un futuro prometedor de la mano de los migrantes
El béisbol en el país incaico está viviendo un “renacer”, si se quiere, impulsado en buena parte por la migración de venezolanos a estas tierras por la situación turbulenta que se vive desde hace años en su país, donde este deporte es un pasatiempo de alcance nacional que goza de gran popularidad. Si bien se encontraron inicialmente con el desconocimiento casi generalizado de la población y la falta de campos de juego, empiezan a verse algunas experiencias de academias donde se trabaja en la difusión de este juego. Con mucho esfuerzo, se hacen esfuerzos para obtener los implementos necesarios para la práctica del deporte que, a diferencia del fútbol (que sin dudas es el deporte rey), requiere de cierta inversión inicial en bates, guantes, máscara y protección para el caso de los receptores para jugarse siquiera con un atisbo de profesionalismo.
El campo del Complejo Polideportivo de Villa María del Triunfo, conocido como el “Diamante” y que albergó la edición 2019 de los Juegos Panamericanos Lima 2019, es un campo de excelente calidad, donde compiten los equipos de aficionados amateurs y aquellos registrados ante la Federación Peruana de Béisbol.
Este torneo fue una verdadera vidriera para este deporte, que gana adeptos a medida que adquiere mayor visibilidad. La clave para el futuro será intensificar la participación en torneos internacionales, sumando a los sudamericanos y Copas del Caribe en los que se ha jugado en este último tiempo, de modo de adquirir mayor roce con selecciones fuertes y cortar, paulatina pero decididamente, la brecha que separa Perú de países donde el deporte está fuertemente arraigado en la cultura.
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