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hace 2 semanas,
¿Cambio real o continuidad? Desde principios de 2024, el distrito de Huandoval, en la provincia de Pallasca (Áncash), estuvo marcado por una creciente movilización social.
La mayoría de los pobladores exigía que el ahora exalcalde Pedro Paredes Tadey, quien fue sentenciado por colusión, respondiera por diversos actos de corrupción durante su gestión.
Este llamado se tradujo en paros, protestas, bloqueos de carreteras y la formación de rondas campesinas, con un fuerte respaldo de la sociedad civil, que pedía su destitución.
Además de las acusaciones por corrupción en su mandato anterior, diversas críticas señalaron a Paredes Tadey por presuntos malos manejos en la administración actual (2023-2026).
En mayo de 2024, la regidora María Estela Custodio Reyes asumió el cargo de alcaldesa tras la vacancia de Pedro Paredes Tadey, decretada por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), que también dejó sin efecto la credencial del primer regidor, el opositor Juan Tello Reyes. La solicitud de vacancia por nepotismo de Tello Reyes, fue entendida como una maniobra del grupo de Paredes Tadey, quienes no querían que asumiera la alcaldía, sino, una persona afín a ellos.
Sin embargo, a pesar de los primeros cambios políticos, la situación no ha mejorado sustancialmente. Seis meses después de la asunción de Custodio Reyes, los pobladores siguen denunciando que la administración no ha cambiado y persisten las mismas deficiencias que existían bajo el gobierno de Paredes Tadey.
María Estela Custodio Reyes, quien llegó al cargo como parte del movimiento “El Maicito” y fue regidora en el periodo 2011-2014 por el PAP, cuenta con poca formación académica y casi nula experiencia en gestión pública. En la provincia de Pallasca, es común que los líderes políticos elijan como candidatos a regidores municipales a personas que destacan por su docilidad y falta de preparación. Esta práctica limita su capacidad de actuar con autonomía y los convierte en piezas subordinadas a los intereses de las cúpulas partidarias.
A pesar de la nueva administración, diversas fuentes aseguran que Pedro Paredes sigue teniendo una influencia significativa en la gestión municipal, moviendo los hilos tras bambalinas. Se sostiene que la mayoría de los trabajadores de la gestión anterior siguen en sus puestos, lo que sugiere que no se ha producido un cambio real. No obstante, nadie ha logrado comprobar esta versión.
Uno de los problemas más graves persiste en la ejecución de los presupuestos municipales. A pesar de las asignaciones para proyectos de desarrollo, los niveles de ejecución siguen siendo alarmantemente bajos y los proyectos están marcados por serias sombras de corrupción.
La Contraloría ha emitido varias alertas sobre estas irregularidades, lo que pone en evidencia la falta de transparencia y eficiencia en el uso de los recursos públicos.
Mientras tanto, Pedro Paredes, después de meses de ausencia, regresó al pueblo en agosto de 2024, celebrando su retorno y su “libertad” gracias a maniobras legales. La población aceptó esta vuelta sin protestas significativas, lo que refleja una cierta resignación, probablemente causada por el agotamiento de su energía en la lucha contra la corrupción.
La administración municipal de este distrito de Pallasca, aunque libre de las protestas, sigue siendo vulnerable, con las puertas abiertas a nuevas formas de corrupción que benefician a unos pocos, mientras las necesidades de la mayoría de los pobladores siguen desatendidas.
Es probable que el ciclo se repita: en futuras elecciones, aparecerán nuevos candidatos prometiendo cambios, aunque probablemente no logren cumplir sus promesas. De ser así, la corrupción seguirá prevaleciendo y el atraso continuará siendo la realidad de los huandovalinos.
¿Hasta cuándo? Solo el tiempo dirá si la población impulsará un cambio real o si, una vez más, intereses particulares secuestrarán el poder local.
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