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hace 4 semanas,
Cadena perpetua por violación de menor. La justicia penal reafirmó una de las condenas más severas contempladas por el ordenamiento jurídico peruano. La Primera Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia del Santa, con sede en Chimbote, confirmó la sentencia de cadena perpetua contra William Vicente Salinas Zúñiga, declarado culpable por el delito de violación sexual de menor de edad. El proceso judicial comprobó que el acusado abusó de una adolescente de 13 años en la provincia de Pallasca, región Áncash.
La denuncia del Ministerio Público detalla que, en septiembre de 2017, Salinas Zúñiga, comerciante dedicado al transporte y venta de productos de primera necesidad, convenció a la menor para acompañarlo a Cabana, capital de Pallasca. El acusado la trasladó hasta esa ciudad bajo el pretexto de realizar actividades comerciales. Ambos se hospedaron en el hostal municipal.
Durante la entrevista en cámara Gesell, la menor narró que Salinas cometió el abuso sexual en el lugar donde se alojaron. Además, indicó que el imputado ya la había sometido anteriormente a tocamientos indebidos. La Fiscalía recogió este testimonio y lo presentó como una de las principales pruebas durante el juicio oral.
En el proceso judicial, William Salinas rechazó las acusaciones. Alegó que nunca cometió el delito y afirmó que la denuncia surgió por resentimiento, ya que él solía reprender a la menor por ausentarse del colegio y mantener una relación sentimental. Su defensa legal intentó desacreditar el testimonio de la agraviada, pero no presentó evidencia que respaldara su versión.
El Juzgado Penal Colegiado del Santa emitió una sentencia en primera instancia: cadena perpetua y el pago de 10 mil soles como reparación civil. La defensa apeló el fallo e intentó anular el juicio, pero la Primera Sala de Apelaciones evaluó los fundamentos del recurso y lo declaró infundado.
Tras la confirmación de la sentencia, el abogado del condenado presentó un recurso de casación ante la Corte Suprema. La Sala de Apelaciones admitió el recurso, lo que abre una etapa de revisión jurídica del caso. Sin embargo, esta instancia no reconsiderará los hechos, sino únicamente los aspectos legales del proceso.
Este proceso judicial subraya la importancia de aplicar sanciones ejemplares en casos de delitos sexuales contra menores, sobre todo en zonas altoandinas donde muchas veces el silencio y el miedo impiden la denuncia. La intervención del sistema de justicia, junto con el uso de herramientas como la cámara Gesell, garantizó la protección de la víctima y la legitimidad del fallo judicial.
La confirmación de la cadena perpetua reafirma el mensaje de que los crímenes contra la libertad sexual de niñas, niños y adolescentes reciben el máximo castigo que permite la ley.
El caso de William Salinas Zúñiga no representa una excepción, sino una alerta: el abuso sexual contra menores sigue ocurriendo, muchas veces, en entornos de confianza o familiaridad.
El sistema de justicia respondió con firmeza. Confirmó una condena justa, sustentada en pruebas, y preservó el principio de protección integral a la niñez. Frente a estos crímenes, el Estado no titubea: actúa, juzga y sanciona.
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