Publicado
hace 10 años,
Por
Olinda Reyes
La palabra es un compromiso que debe ser respetado y cumplido, especialmente cuando se trata de una obligación económica con una entidad pública. Así lo entendía Demóstenes, el célebre orador griego que, a pesar de su tartamudez, sabía expresarse con elocuencia y coherencia.
Pero hay quienes no tienen esa virtud y se escudan en excusas para evadir su responsabilidad.
Ese es el caso del señor Pedro Paredes Tadey, quien solicitó una mercadería a nombre de la Municipalidad de Huandoval y aún no lo ha cancelado, pese a que han pasado tres años. El señor Paredes no solo ignora la deuda, sino que además cuestiona la veracidad de los documentos que la sustentan y alega que “no había orden de compra”.
Nos parece una actitud indigna e irrespetuosa con el comerciante que le brindó su confianza y su apoyo.
Nos sorprende que una autoridad que aspiró a ser alcalde provincial de Pallasca tenga tan poca ética y honorabilidad.
Le exhortamos a que reconozca su error y salde su cuenta pendiente, antes de que termine su gestión. No manche su reputación ni la de su antecesor, que se distinguió por su honestidad y nobleza. Recuerde que los hombres de bien pagan primero y luego reclaman.
La palabra tiene mucho de aritmética: divide cuando se utiliza como navaja, para lesionar; resta cuando se usa con ligereza para censurar; suma cuando se emplea para dialogar, y multiplica cuando se da con generosidad para servir. (Carlos Siller)
Directora de Bolognesi Noticias. Mg. en Docencia Universitaria y Dra. en Educación.