Publicado
hace 3 semanas,
Chaleco con matrícula para motociclistas. Desde hoy, jueves 22 de mayo, rige una nueva disposición que transformará la manera en que se desplazan los motociclistas por las calles de Lima y Callao. En medio de una creciente ola de inseguridad que afecta a miles de ciudadanos cada día, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) ha puesto en marcha una medida que busca frenar los delitos cometidos desde motocicletas: todos los conductores deberán llevar chalecos retrorreflectivos con el número de matrícula del vehículo claramente visible en la espalda.
La disposición técnica del MTC establece con precisión cómo debe lucir este nuevo obligatorio chaleco con matrícula para motociclistas:
Estas especificaciones buscan asegurar que la identificación del motociclista sea clara y rápida, tanto para ciudadanos como para las autoridades.
La inseguridad ciudadana en el país ha escalado a niveles alarmantes. Robos al paso, sicariato y extorsiones se cometen con frecuencia desde vehículos menores, especialmente motocicletas. Estos vehículos permiten una rápida fuga, dificultando la intervención policial. Por eso, el MTC ha decidido intervenir con una medida que apunta directamente a la identificación inmediata del conductor.
Con el número de placa a la vista, las cámaras de videovigilancia, agentes policiales y ciudadanos podrán reportar delitos con mayor efectividad. Además, esta disposición puede disuadir a los delincuentes de utilizar motocicletas como medio para cometer fechorías.
En las primeras horas de implementación, el panorama en zonas como el Cono Norte de Lima ha sido mixto. Algunos motociclistas ya circulan con los nuevos chalecos, mostrando un compromiso con la seguridad ciudadana y el cumplimiento de la norma. Sin embargo, otros continúan transitando sin el chaleco, exponiéndose a sanciones.
Según información proporcionada por las autoridades de tránsito, el incumplimiento de esta norma conlleva una multa de S/ 428, equivalente al 8 % de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT). Además, se aplican puntos en contra en el récord del conductor y la posible retención del vehículo infractor.
La norma aplica a todos los conductores de motocicletas que circulen en Lima y Callao, sin excepción. No distingue entre motos lineales, mototaxis o motociclistas de reparto. El mensaje del MTC es claro: la seguridad es tarea de todos.
Los motociclistas que no cuenten con el chaleco no solo enfrentan sanciones económicas y administrativas, sino que también podrían quedar en una situación vulnerable ante operativos policiales.
Este tipo de regulaciones ya se aplica en países como Colombia, donde las motocicletas deben portar la matrícula tanto en el chaleco como en el casco. La experiencia internacional sugiere que, aunque estas medidas no eliminan la delincuencia, sí la dificultan y reducen los márgenes de impunidad.
El MTC también ha indicado que estas disposiciones se complementarán con acciones de fiscalización y campañas informativas para promover una cultura de responsabilidad vial y compromiso con la seguridad ciudadana.
La medida representa un primer paso hacia una mayor trazabilidad del parque motorizado menor en el país. En los próximos meses, se espera que el MTC continúe evaluando su impacto, con la posibilidad de ampliar estas disposiciones a otras regiones o introducir nuevas regulaciones, como la identificación en cascos o registros biométricos para motociclistas.
La seguridad ciudadana no es solo responsabilidad del Estado, sino de cada persona que circula por nuestras calles. Esta norma no solo busca sancionar, sino construir una ciudad más segura, donde los motociclistas puedan ser aliados en la lucha contra la criminalidad, no víctimas del estigma.
Porque en tiempos donde la impunidad se disfraza de velocidad, hacer visible la identidad puede ser un freno vital contra el crimen.
Somos un equipo de personas que creemos firmemente en la necesidad de canales de información alternativos que proporcionen acceso al conocimiento y a las noticias que los grandes medios informativos tradicionales, a menudo, ignoran o distorsionan, para que los ciudadanos puedan tomar sus propias decisiones, informadas y en libertad.