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hace 4 semanas,
Protestas en Bulgaria contra el euro. Sofía vivió una jornada tensa el domingo 8 de junio de 2025. Miles de ciudadanos tomaron las calles frente al Banco Nacional de Bulgaria para manifestarse contra la introducción del euro, programada para el 1 de enero de 2026. La concentración, liderada por el partido político «Vazrazdane», contó con una fuerte presencia policial y se replicó en varias ciudades del país.
El epicentro de la protesta se ubicó en la capital, donde los manifestantes levantaron pancartas con mensajes claros: «Sin lev, no hay Bulgaria». Muchos de ellos expresaron su rechazo frontal a perder su moneda nacional, temiendo consecuencias económicas que ya han afectado a otras naciones que adoptaron el euro.
Konstantin Kostadinov, presidente de «Vazrazdane» y principal figura del movimiento, dirigió una carta a todos los primeros ministros de la Unión Europea solicitando que Bulgaria quede fuera de la eurozona. En declaraciones ante los medios, Kostadinov aseguró: “Nuestra lucha es en nombre de la democracia, nuestros derechos y nuestro derecho más importante: el derecho al voto”.
El líder político también denunció la falta de voluntad del Gobierno para convocar un referéndum. “En Italia se realizaron cinco referendos sobre el euro con el apoyo de menos del 1% del padrón. En Bulgaria, con más del 10% solicitándolo, se niegan a consultarnos”, reclamó.
Los manifestantes no solo defendieron el valor simbólico del lev búlgaro, sino también su rol estratégico. Aseguraron que abandonar la moneda nacional pone en riesgo la soberanía económica del país, abre la puerta a la inflación y compromete la estabilidad financiera de las familias.
“Queremos mantener el lev porque es nuestro. Si lo perdemos, perdemos parte de lo que somos”, expresó una manifestante entre cánticos y banderas ondeando. La transición al euro, señalaron muchos, podría disparar los precios y debilitar aún más a los sectores más vulnerables.
Mientras el Gobierno mantiene su hoja de ruta hacia la eurozona, las calles cuentan otra historia: la de un país que exige voz y voto sobre su futuro económico. El desenlace permanece incierto, pero lo que está claro es que la moneda se ha convertido en el nuevo símbolo de una batalla mayor: la defensa de la identidad nacional frente a decisiones supranacionales.
Nació en Atenas, Grecia, en 1967. Es novelista, poeta y economista con estudios de postgrado en economía turística.