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hace 10 años,
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La probabilidad de que un carro sufra robos de accesorios o pueda ser robado es un riesgo con el que siempre se tendrá que convivir en casi todo los países. Por lo general, los ladrones de vehículos no son delincuentes que operan de forma individual, sino que se trata de un ilícito negocio estructurado en varios niveles. Es por ello que el robo de automóviles y accesorios es un fenómeno complejo que requiere de una acción integral y coordinada de las autoridades y una cultura de seguridad preventiva por parte de los conductores.
Este es el principal delito que se da a nivel mundial, los Estados no sólo están obligados a perseguir, capturar y castigar a los delincuentes que se dedican a estos ilícitos, insisto que se debe tratar también su vertiente económica y comercial, ya que mientras el robo de vehículos y autopartes representen una actividad que produce grandes beneficios económicos y con un riesgo muy bajo para los delincuentes, seguirá proliferando este tipo de delitos.
Indudablemente, los vehículos estacionados en la calle son presa fácil para los amigos de lo ajeno. El tiempo promedio para que un ladrón experto le pueda robar su vehículo es de 1 minuto. Los espejos, faros, radios, parabrisas y llantas desaparecen en un minuto como por arte de magia.
Este es uno de los delitos que tiene mayor incidencia en la mayoría de países de la Región, además algunos de estos vehículos son desmantelados, ya que existen mercados clandestinos de autopartes donde se comercializan impunemente a vista y paciencia de las Autoridades.
Esto ocurre en zonas como “San Jacinto” en el Agustino,”la 50″ en independencia, en varios puntos de las zonas norte y sur de la ciudad, así como en algunas cuadras de la Av. México en Lima Metropolitana. Incluso, estos “vendedores” le dicen que puede trabajar a pedido y que regrese por su accesorio.
Lamentablemente somos los mismos ciudadanos que alimentamos los eslabones de la delincuencia cuando compramos en esos sitios.
En mi opinión, para este tipo de delitos la actual legislación sigue muy benigna. Se debería modificar el artículo 194 del Código Procesal Penal, que incluso permite endurecer las sanciones a quienes reciban autopartes robados.
En muchos distritos de Lima es muy frecuente el robo de accesorios de vehículos como radios, máscaras, computadoras del vehículo, faros, neumáticos y parabrisas y hay, por lo menos, un caso que yo conozco que se robaron al perro que supuestamente cuidaba el carro. Hay que tener cuidado con los “vigilantes informales” que cuidan las cuadras, poco o nada pueden hacer frente a los ladrones que van en grupos y armados.
Hay que estar muy atentos a lo que nos dicen en alguna calle: “se lo cuido”. La pregunta es quien nos cuida de ellos. Les quiero relatar el caso de Luis. Confiado y apurado dejó su carro estacionado junto a la caseta de un vigilante de cuadra. Eran las 7 de la noche en un barrio residencial de Lima y tardó 10 minutos por reloj. Al regresar, no tenia llantas, computadora de abordo, espejos, faros y como suele suceder en la mayoría de los casos, el vigilante no vio absolutamente nada.
La falsa sensación de seguridad muchas veces nos juega una mala pasada, como cuando acudimos a instituciones públicas o privadas y estacionamos nuestros vehículos en sus parqueos donde, en la mayoría de los casos, no se hacen responsable por cualquier daño o robo. Lo importante es no bajar la guardia, estar siempre atentos, este delito cambia constante sus modalidades, como la del abre puerta, un sujeto simula estar hablando por el celular y cuando uno baja de su vehículo, el inmediatamente abre la puerta trasera, antes que acciones el cierre de puertas, algunos vehículos sonaran la alarma si tienen el sistema adecuado, pero en otros no, por ello es importante tomar nota de lo Aprosec les sugiere :