Caso Ancash: Por qué está libre Dante Farro?

Cuestionado Fiscal encubrió a la mafia regional

02/0672014  Luego de la enorme presión recibida por la prensa limeña, al Ministerio Público no le quedó más remedio que cambiar de actitud y presentarse ante la opinión pública con la cara lavada.

Con esa intención, no ha mostrado piedad y excesivamente drástica, no ha dejado a sospechoso alguno sin una solicitud de prisión preventiva, en defensa de la legalidad y la moral pública en Ancash. Sin embargo, olvida algo muy importante para legitimar esa acción: Empezar por casa. Y eso genera gran indignación al notarse una omisión: ¿Por qué está libre Hugo Dante Farro? Con todas las evidencias que lo pintan de corrupto, resulta injusta su decisión de privar de la libertad a camarógrafos, asistentes o simples trabajadores de “La Centralita” y dejar libre a este cuestionado fiscal que encubrió a la mafia regional, y que ha sido pieza clave para que esta presunta organización criminal encuentre impunidad, al encargarse de archivar una por una todas las denuncias hechas en su contra.

Por otro lado, todo parece indicar que Ancash es solo un tentáculo de una poderosa mafia que maneja la justicia a su antojo a nivel nacional, y que ha puesto su mirada y demás tentáculos en muchas regiones y lucra de la corrupción que instala en sus gobiernos. Poco a poco se está haciendo visible el rostro de uno de sus presuntos titiriteros: El abogado Rodolfo Orellana Rengifo, pues su nombre aparece coincidentemente en muchos de los casos de corrupción denunciados. Se hace necesario entonces, mayor compromiso del Ministerio Público, si quiere dar el claro mensaje de que está decidido a llegar al fondo de la verdad y acabar con esta lacra social que significa la corrupción. Una medida acorde con tal decisión, sería permitir que se investigue a José Peláez Bardales y Carlos Ramos Heredia.

El desacierto de la regionalización y la inoportuna transferencia de competencias a sus gobiernos, sin haber establecido mecanismos de control y fiscalización sobre sus gastos, han permitido que poderosas mafias pongan sus ojos en sus millonarios recursos y prostituyan su administración de justicia, frustrando las justas aspiraciones de sus pueblos.

Para recuperar la credibilidad en el Ministerio Público, no es necesario que este organismo del Estado sea implacable con los demás, sino que demuestre que su dureza empieza por casa. ¿Se atreverá a solicitar prisión preventiva para quien protegió y brindó impunidad a una organización criminal aprovechándose de su cargo de fiscal superior? ¿Lo investigará para saber si recibió dinero de la corrupción? Si Dante Farro sigue libre, la población seguirá dudando del Ministerio Público, por más que aparente ser inflexible.