Tíos de Keiko Fujimori ocultan dinero mal habido en Japón

Autoridades judiciales de Japón no respondieron al requerimiento de levantamiento del secreto bancario.

Uno de los secretos mejor guardados de la familia Fujimori quedó finalmente develado: documentos obtenidos por el diario La República sobre el levantamiento del secretario bancario de Víctor Aritomi Shinto y de su esposa Rosa Fujimori Fujimori, que son parte del expediente judicial que se les sigue por presunto enriquecimiento ilícito, confirman la existencia de cuentas a nombre de ambos en el Bank of Tokyo y en la filial en la capital japonesa del Banco do Brasil.

Estas cuentas plenamente identificadas están relacionadas con otras que los cónyuges mantuvieron en el desaparecido NBK Bank de Lima, que actuaba en el Perú como corresponsal del Bank of Tokyo.

El cerebro de las operaciones financieras fue Aritomi, quien fue embajador de Perú en Japón entre 1990 y 2000 y se aprovechó de su experiencia como ex empleado del Bank of Tokyo.

Los documentos mencionados acreditan transferencias de grandes cantidades de dinero de Japón, que luego era transferido al NBK Bank en cuentas a plazo fijo, y después nuevamente resultaba transferido al Bank of Tokyo o al Banco do Brasil, donde los Fujimori eran titulares de cuentas individuales o mancomunadas, en algunos casos compartida con Yayoi Arutomi Fujimori, la hija de la pareja con la que viven en la capital nipona.

Entonces, lo que hacían Fujimori y Aritomi era captar fondos en el Bank of Tokyo y la sede del Banco do Brasil en la capital japonesa, y luego transferirlos al NBK Bank de Lima, de donde otra vez salían a Tokio.

Pero, ¿por qué hacían esto? Para empezar, vale decir que estos fondos son de origen sospechoso. Aritomi es un personaje clave en la trama del encubrimiento del dinero de la familia Fujimori. Además, la esposa de Aritomi, Rosa Fujimori, es la que le prestó US$ 150 mil a su hermano para que supuestamente financie los estudios de Keiko y sus hermanos.

Entre las transferencias realizadas hay una, por ejemplo, donde Rosa Fujimori no tuvo reparos en recurrir a su madre, Mutsue Fujimori, para transferir a nombre de esta US$ 166 mil 423 a una de sus cuentas en el Bank of Tokyo, el 12 de enero de 1999, como lo confirman los documentos bancarios secretos.

Como cereza de la torta, el siete de diciembre de 1998, en una sola operación, Víctor Aritomi y Rosa Fujimori autorizaron transferir US$ 327 mil 627 de una cuenta en el NBK Bank de Lima a una de las cuentas del ex embajador en el Banco do Brasil, con oficinas en Tokyo.

Las autoridades judiciales han determinado que la pareja de cónyuges no contaba con ingresos suficientes para justificar las numerosas, extrañas y cuantiosas transferencias de dinero en sus cuentas en bancos de Japón.

Estas calzan perfecto dentro de la categoría de operaciones de triangulación, una modalidad de lavado de activos que busca lograr que se pierda la trayectoria y origen del dinero movido de un lado para otro.

No se conoce su origen, pero para las autoridades estos fondos serían las donaciones japonesas que empresas, instituciones y personas de Japón enviaban para los niños pobres del Perú, y que captaban las ONG de la familia Fujimori, Apenkai y Aken, presuntamente para construir escuelas. Hay evidencias de que este dinero no siempre llegaba a las cuentas de Apenkai y Aken sino directamente a las de los tíos de la candidata Keiko Fujimori. Alberto Fujimori tuvo pleno conocimiento de estos desvíos de las donaciones japonesas porque fue también un beneficiario ilegal.

Las autoridades judiciales informaron que requirieron a sus pares de Japón el levantamiento del secreto bancario de Víctor Aritomi, Rosa Fujimori y Yayoi Fujimori Aritomi, pero estos no respondieron.

Fujimori y Aritomi son prófugos de la justicia.

Luego de su presentación en Harvard en octubre del 2015, la candidata a la presidencia Keiko Fujimori dio a entender que el caso de sus tíos estaba a fojas cero. Esto ha sido desmentido, el Poder Judicial ratificó la orden de captura contra estos, lo que confirmaba que se encontraban en la condición de prófugos.

Esta actitud responde a la cercanía de Keiko con Rosa y Juana Fujimori y Víctor Aritomi. Hasta hace pocos años, ella y su familia vivieron en la residencia de Juana Fujimori, en Santiago de Surco. La candidata ha dicho que sería «neutral» frente a la situación de sus tíos prófugos en caso resulte ganadora de las elecciones.

Ser neutral no es suficiente ante evidencias de este tipo. (TEXTOS: Nayo Aragón)