Darwin Espinal Adriano sobreseído en «La Centralita»: ¿Inocente o caso cerrado?

Estaba acusado del delito de lavado de activos.

Darwin Espinal Adriano, empresario chimbotano involucrado en el famoso caso «La Centralita», recibió el sobreseimiento del delito de lavado de activos por parte del Poder Judicial. La jueza María de los Ángeles Álvarez Camacho, titular del Primer Juzgado Nacional de Investigación Preparatoria del Sistema Especializado en Delitos de Corrupción de Funcionarios, informó esta decisión.

Tras cinco años de investigación, Darwin Espinal Adriano puede finalmente respirar tranquilo. La resolución judicial llega después de que el Ministerio Público, representado por el Fiscal Provincial Adjunto Antonio Arévalo Castillo, no pudiera sustentar las acusaciones que lo señalaban como cómplice primario en el delito de lavado de activos. Se le atribuía el rol de supuesto testaferro de su tío, Martín Espinal Reyes, y se le acusaba de haber creado empresas constructoras sin tener la capacidad económica para ello.

El caso se basaba principalmente en los testimonios de colaboradores eficaces, identificados como 1-2016, 4-2014 y 9-2014, quienes apuntaban a Espinal Adriano como culpable. Sin embargo, no lograron corroborar estos testimonios debido a diversos inconvenientes, como la muerte de uno de los colaboradores a causa de la COVID-19 antes de validar su declaración.

Colaboradores eficaces sindicaban a Darwin Espinal Adriano.

En el expediente N.º 00160-2014-321-5201-JR-PE-01 del caso de corrupción emblemático de Áncash, denominado «La Centralita» aparece lo siguiente: «Martín Espinal Reyes en su calidad de consejero regional de Pallasca, concurría constantemente a «La Centralita» y al canal 25 a entrevistarse con César Álvarez Aguilar, a efectos de exigir que le dieran obras que le había prometido en la parte sierra a su sobrino Darwin Espinal Adriano, quien era el encargado de manejar las obras que se le adjudicaban, ello era parte del convenio o trato que tenían el señor Martín Espinal y César Álvarez (…)»

También hubo incongruencias del fiscal en la acusación que favorecieron al acusado.

A pesar de los intentos del fiscal Arévalo Castillo, quien había presentado pruebas como conversaciones telefónicas entre Espinal Adriano y otros implicados, así como su participación en el transporte de expedientes técnicos, el caso no fue suficiente para continuar con el proceso judicial. El fiscal había señalado que estas pruebas serían claves en el juicio, pero finalmente no lograron sustentar la acusación.

Además, el fiscal Arévalo, en algunos pasajes de las audiencias, se mostraba irresoluto y falto de preparación. Un ejemplo claro de sus incongruencias fue cuando presentó la acusación contra Darwin Espinal Adriano.

El Fiscal Adjunto Antonio Arévalo, al sustentar la acusación, no supo explicar adecuadamente la relación entre los hechos delictivos, y en un momento omitió mencionar que Martín Espinal Reyes fue consejero regional desde 2007 hasta 2014. Este detalle era crucial para conectar ambos casos y justificar la acusación contra Darwin Espinal. La jueza le llamó la atención, le devolvió la acusación para que subsane.

La larga lucha contra las acusaciones en el caso de corrupción en Áncash

La vida de Darwin Espinal Adriano, durante todo el proceso judicial en el que estuvo involucrado, se convirtió en un auténtico calvario.

Durante ese tiempo, estuvo bajo comparecencia restringida, lo que significó que no pudo moverse con libertad ni continuar con su vida personal y profesional como antes. Además de la incertidumbre constante sobre su futuro, enfrentó una serie de investigaciones exhaustivas que parecían no tener fin.

Uno de los procedimientos más invasivos fue la solicitud de la Fiscalía Anticorrupción Supranacional de Lima, que pidió el levantamiento del secreto bancario y tributario de Espinal Adriano. Este levantamiento tenía como fin rastrear sus ingresos y egresos con el objetivo de determinar si existía un desequilibrio patrimonial que indicara alguna actividad ilícita.

El análisis de sus movimientos financieros también buscaba identificar posibles transferencias de dinero que pudieran haber sido recibidas o enviadas a terceros, lo que ampliaba las sospechas de que Espinal Adriano podría haber estado involucrado en algún tipo de esquema de lavado de activos o corrupción. Este fue un paso crucial para intentar demostrar los vínculos de Espinal Adriano con actividades ilícitas, particularmente aquellas relacionadas con el manejo de fondos públicos.

La reacción de Darwin Espinal Adriano

Cuando notificaron a Darwin Espinal Adriano sobre la resolución judicial, él expresó su satisfacción por el sobreseimiento. En declaraciones a medios locales, afirmó: «Hoy me han sobreseído del caso “La Centralita” después de un largo proceso abusivo y arbitrario. Nunca debí estar investigado, me estigmatizaron y me hicieron un daño moral irreparable. Mi único delito fue ser familiar de Martín Espinal Reyes, yo nada tenía que hacer en ese proceso y en las diversas audiencias que hubo en Lima».

Darwin Espinal Adriano y su tío Martín Espinal Reyes.

Espinal Adriano ha sostenido en varias ocasiones que su único delito fue ser pariente del consejero de Áncash, lo que lo involucró sin justificación alguna. Sin embargo, investigaciones recientes muestran que ambos, Darwin Espinal Adriano y Martín Espinal Reyes, compartieron roles en una empresa constructora. Según los registros de la SUNAT, la empresa Constructora Inmobiliaria Espinal Reyes S.A. tenía a Martín Espinal Reyes como gerente y a Darwin Espinal Adriano como subgerente.

¿Es Darwin Espinal Adriano realmente inocente?

Es importante entender que un sobreseimiento y un fallo de inocencia no son lo mismo, aunque ambos términos puedan parecer relacionados en el contexto de un juicio.

El sobreseimiento es una decisión judicial que pone fin a un caso, generalmente porque el juez considera que no existen pruebas suficientes para continuar con el proceso o que la acusación carece de fundamento. Sin embargo, esto no implica que la persona sea declarada inocente. El sobreseimiento puede ser provisional si el caso podría reabrirse más adelante si aparecen nuevas pruebas, o definitivo si el caso se cierra de forma permanente.

Por otro lado, la inocencia es un concepto relacionado con la falta de culpabilidad. Ser inocente significa que la persona no cometió el delito por el cual se le acusa, y esto debe estar respaldado por pruebas claras.

Conclusión.

En resumen, aunque el sobreseimiento pone fin al caso y permite a Espinal Adriano dejar atrás un largo proceso judicial, no significa que se haya declarado su inocencia de manera formal. El cierre del caso se debió a la falta de pruebas contundentes que pudieran sostener las acusaciones en su contra.

La historia de Darwin Espinal Adriano sigue generando preguntas y discusión, pero lo que es claro es que este proceso judicial ha marcado un antes y un después en su vida personal y profesional.