Ancash en su hora aciaga

El efecto causado en la población de Ancash por las preocupantes declaraciones de su presidente regional, aceptando un déficit de 150 millones de soles, no ha sido de total sorpresa, toda vez que es ése el temido destino inexorable al cual se preveía nos iba a conducir el manejo irregular, irresponsable y oscuro de los recursos de nuestra región.

Esta cifra declarada por el mismo César Álvarez Aguilar ha quedado corta, ya que no han sido tomados en cuenta los 350 millones del Hospital “La Caleta” de Chimbote y del Hospital Ramos Guardia de Huaraz, por lo que la suma más cercana a la realidad ascendería a 500 millones.

Las obras paralizadas por este desatino del gobierno regional crean, además, una peligrosa posibilidad de que las empresas perjudicadas busquen proteger sus intereses mediante laudos arbitrales, imitando el camino legal que siguieron el Consorcio Roca Fuerte y el Consorcio San Bartolo en contra del Proyecto Especial CHINECAS, cuyos escandalosos resultados fueron de conocimiento público y merecieron el rechazo de la opinión pública, por la posible existencia de diabólicas voluntades para obtener millonarios beneficios haciendo mal uso de estos arbitrajes.

En el primer caso, fue el cuestionado ex magistrado Juan Jacobe Vicente (destituido definitivamente del Poder Judicial por presuntos actos de corrupción) el que ordenó, mediante laudo arbitral, el pago de casi 4 millones de soles que debía hacer el Proyecto Especial CHINECAS  a favor del Consorcio Rocafuerte por una deuda de 1 millón 305 mil soles, decisión que fue declarada nula por el Poder Judicial, por la escandalosa y exagerada indemnización ordenada por Juan Jacobe Vicente. Asimismo, a inicios de este año, el gerente de CHINECAS reconoció haber hecho el pago de más de 7 millones de soles a favor del Consorcio San Bartolo obedeciendo el mandato de un laudo arbitral e inclusive admitió haberlo hecho con recursos provenientes del canon minero, con la autorización del presidente regional César Álvarez, a pesar que los pagos por arbitrajes deben hacerse solo por la vía de gastos corrientes, sin superar el porcentaje que contempla el canon, ya que en caso contrario se estaría incurriendo en malversación de fondos.

Con el peligro latente de acciones similares a la descrita y con un panorama desventajoso para fijar las bases de desarrollo que aspira nuestra región, suena a burla la intención del presidente regional de usar el Frente de Defensa y Desarrollo de Ancash para chantajear al gobierno central y amenazarlo con un paro regional sino atiende su exigencia de una compensación económica que lo ayude a salir del estancamiento de las obras que su torpeza ha generado. Habría que recordar una similar conducta amenazante que adoptó cuando criticó a la SUNAT por embargar casi 3 millones de soles que las empresas debían por concepto de impuestos, ignorando por completo que la recaudación de los mismos, posibilita que el gobierno central cuente con los recursos que ahora él mismo está exigiendo que le den.

¿Es éste el comportamiento adecuado de un gobernante regional?  ¿Hemos desperdiciado 7 años en dos gestiones plagadas de irresponsables decisiones y se sacrificará una tercera para resarcir los daños que el presidente regional ha causado con sus desaciertos? ¿Qué podemos hacer para poner freno a esta peligrosa situación de desgobierno?

El próximo gobernante regional tendrá que reordenar las cuentas, reajustar presupuestos, replantear plazos en las obras de envergadura regional y sincerar objetivos más cercanos a la realidad que vivimos. Tremenda pérdida de tiempo.

La intervención de la Contraloría General de la República y de la Comisión de Fiscalización del Congreso se hace urgente y necesaria en nuestra región. El Ministerio Público debe estar atento a los resultados de esta acción. Es lo mínimo que espera la población de sus órganos de Control y Fiscalización. (Textos: César Córdova Ponce)