Voz Alta

Obras de Maravillas y Llactabamba

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En enero de 2015, Manuel Hidalgo Sifuentes asumió el cargo de alcalde provincial de Pallasca, llevado por una población que reclamaba cambios y quería que se cumplan las promesas, quizás para olvidar la mala noche de “Cuenta Conmigo”. Sin embargo, no pasaron ni dos meses y nuevamente aparecieron las sombras de la corrupción, y las esperanzas se comenzaron a diluir. Todo volvía al pasado y el tan pregonado “cambio” de campaña no aparecía. Su gestión populista estuvo plagada de múltiples denuncias, como el “siniestro de una maquinaria” en las alturas del distrito Pampas, las cuestionadas obras, bolsas de alimentos o cuando convirtió la municipalidad en una agencia de empleos familiar, entre otros.

El 2 de setiembre de este año, el ANA notificó al alcalde Marcial Valerio que iniciará proceso sancionador por otras ilegales obras ejecutadas, por el exalcalde Manuel Hidalgo (2015-2018), quien construyó una piscigranja y el terminal terrestre, sabiendo que era ilegal hacerlo en los cauces de los ríos Llactabamba y Maravillas respectivamente.

Las obras en su momento fueron denunciadas no solo por prensa sino ante la fiscalía, desconociéndose el resultado de sus pesquisas, mientras tanto, el alcalde seguía ejecutando obras. Sin embargo, el gasto del presupuesto provincial pudo más y ahora el alcalde Valerio, tendrá que responder no solo por lo ejecutado, sino porqué continuó con el proyecto de la piscigranja.

La ilicitud de la construcción del terminal terrestre y la piscigranja “La Virgen» que fueran tan pomposamente promocionadas no solo ha perjudicado las arcas municipales, sino que resultaron improductivas. Además, no debemos olvidar que la obra de la piscigranja en Llactabamba fue ejecutada en propiedad privada bajo un discutible contrato. La burocracia estatal ha originado que después de casi cuatro años, recién el ANA se diera cuenta, vía inspección ocular, que allí se cometieron irregularidades, por decir lo menos.

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Han pasado varios días desde la notificación, sin embargo, el exalcalde que mantiene perfil bajo, está en silencio y no se ha pronunciado al respecto. Pero no solo él, está calladito, varios de los que lo acompañaron en su gestión y que aún trabajan allí, guardan silencio. A todo esto, cabe preguntarse ¿Quién o quiénes se beneficiaron realmente con estas obras? 

En fin, en Pallasca se necesitan obras, eso sin lugar a duda, pero con apego a la ley, no aquellas, que desde sus inicios la poca transparencia la envuelve, por eso se pierde tiempo y dinero miserablemente, como en estos casos.

El alcalde Marcial Valerio, tiene no solo el deber de responder administrativamente al ANA, sino de salir de esa apatía que lo acompaña en su gestión, y la obligación de denunciar a quienes resulten responsables de estas obras cuestionadas, porque se han perdido ingentes cantidades de dinero público, que no son del alcalde de turno, sino de toda la población.

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