La agresión sexual del desnaturalizado sujeto, se inició en el 2016, cuando sin pensar en lo que sucedería, los padres de la niña la dejaron a cargo de Alayo Guerrero, mientras salían a trabajar. Desde entonces y hasta noviembre de 2017, el sujeto abusó en reiteradas ocasiones de la víctima en su vivienda ubicada en el sector de La Carbonera, hasta que una vecina se percató de los hechos y alertó a las autoridades.
Durante el examen psicológico practicado a la agraviada en la cámara Gesell, se corroboró los execrables hechos que le tocó vivir en manos de su abuelo paterno.
En primera instancia, el 17 de enero de este año el Colegiado impuso la máxima condena de prisión a Alayo Guerrero, así como el pago de una reparación civil de 15 mil soles en favor de la víctima.
La defensa del sentenciado apeló el fallo, asegurando que todo se trató de una falsa denuncia orquestada por un vecino y la maestra de la agraviada. Estos argumentos no convencieron a los integrantes de la Segunda Sala de Apelaciones, quienes por unanimidad, decidieron confirmar la sentencia condenatoria de cadena perpetua.