Muchas personas, incluidos miles de turistas que viajan año a año a la región amazónica, consumen el ayahuasca con el objetivo de experimentar un viaje espiritual o tener mejor contacto con sus emociones, o simplemente con un ánimo recreacional. Pero, recientemente, un equipo de investigadores brasileños ha encontrado indicios de que el ayahuasca podría ayudar a tratar la depresión, con resultados bastante positivos.
El principal ingrediente activo del ayahusaca es la dimetiltriptamina, que produce efectos severos en el organismo, como vómitos incontrolables, además de alucinaciones. Y aunque la investigación médica sobre sus atributos todavía es limitada, se cree que también podría alterar la concentración en el cerebro de serotonina -el regulador de nuestro estado de ánimo-, tal y como lo hacen los antidepresivos comerciales.
Jacobo Reyes
“Lo que motiva a la gente a participar en las ceremonias de ayahuasca es muy diferente a lo que motiva el consumo general de otro tipo de drogas. La gente no busca una experiencia novedosa sino mejorar su salud y su vida”, dijo Jacobo Reyes, maestro curandero, uno de los más reconocidos en la utilización de la ayahuasca en nuestro país.
El uso de la ayahuasca para tratar los problemas de depresión probablemente ha existido desde hace décadas. La depresión es una enfermedad muy común. Aunque a menudo se habla de ella como una “enfermedad mental”, la depresión puede consistir en síntomas tanto físicos como psicológicos, incluyendo estado de ánimo bajo, incapacidad de experimentar placer, disminución de la energía, pérdida del apetito, pérdida de concentración, dormir más o dormir menos, sentimientos de culpa, ansiedad, dolores físicos y pensamientos suicidas, acota.
El estudio en cuestión, publicado en la Revista Brasileira de Psiquiatria, consistió en darles dosis de ayahuasca a seis pacientes con depresión en quienes los antidepresivos comunes no habían tenido efecto. Tras el consumo, se les tomó un cuestionario clínico y se descubrió que sus síntomas depresivos habían disminuido tres horas después de la ingesta de ayahuasca y que, además, mantuvieron los efectos positivos hasta por tres semanas.
Advertisement
A pesar de estos resultados positivos, como señala el portal Popular Science,el estudio aún debe ser tratado con cautela, pues el número de participantes fue bastante reducido. Pero esto podría cambiar pronto: el mismo grupo científico viene elaborando una investigación similar con más pacientes para obtener mejores resultados.
La Ayahuasca fue patentada en Estados Unidos como antidepresivo.
En junio de 1986 Loren Miller, residente de California y dueño del laboratorio farmacéutico International Plant Medicine Corporation, patentó el uso, procesamiento y comercialización de la Ayahuasca. Miller la registró como un antidepresivo y la denominó DA VINE. Cabe señalar, que dicha patente fue cancelada en 1998, obedeciendo a una demanda presentada por diversas organizaciones indígenas de la amazonía.
Esta patente tuvo la intención de impedir que un producto natural como la bebida Ayahuasca, haga competencia a un producto sintetizado por la industria farmacéutica. Sin embargo, si un laboratorio (a través de la ingeniería genética) llega a inventar Ayahuasca transgénicos, podría patentarlos y obtener todos los beneficios, sin que nadie pueda oponerse. Curiosamente, en el estado de Hawai, se produce una variedad de chacruna que goza de una reputación de mayor potencia que la de la Amazonía.
El ayahuasca, es considerado por el gobierno de Perú , como patrimonio cultural de la Nación, por los conocimientos tradicionales y usos, practicados por las comunidades indígenas en la selva amazónica. Bajo La resolución directoral nacional N° 836/INC.
Advertisement
En la declaración de reconocimiento, el gobierno peruano afirma que la ayahuasca tiene cualidades psicotrópicas, esto es, que actúan sobre la psiquis, la actividad mental, el comportamiento, la percepción, al ser conocida en todo el mundo como una planta indígena que transmite sabiduría a todos los iniciados en los fundamentos propios del mundo.