Conchucos y su tradicional festividad en honor al Señor de las Animas (video)

Cada ocho de septiembre se celebra la fiesta en honor al «Señor de las Ánimas» patrón tutelar del distrito de Conchucos, Pallasca, región Áncash. «El viejo de Ánimas» como también se le conoce, es representado con la imagen de un Cristo crucificado que fuera traído desde España por los misioneros Franciscanos para evangelizar a los naturales.

Esta festividad es una de las más concurridas de la provincia de Pallasca. Donde los devotos y pueblo en general hacen derroche de licor y comida y se contratan las mejores bandas musicales tanto de la zona de Huaraz, Chimbote, Trujillo, Huancayo, u otro lugar.

Entrada de toros bravos

Es costumbre de los conchucanos pasear al son de los mejores huaynos interpretados por las bandas musicales, por las principales calles y plaza del pueblo de Conchucos. Bravísimos toros que son traídos de las alturas del pueblo. Los mismos que son obsequiados por familiares y amigos del devoto quienes contribuyen así con el éxito de la fiesta. Los donantes ingresan a casa del Prioste montados sobre el toro bravo y son recibidos con derroche de cerveza para luego de bañarse con la cerveza, bailan con toda su compañía, y pasan a saborear la sabrosa chicha de jora, aloja de maíz morado, frutas, panecillos y la sabrosa fritanga servidas en la tradicional Mesa de Once.

Bajada del Señor
Uno de los momentos más emotivos, es el once de septiembre cuando se realiza la tradicional bajada del Señor al son de melodiosas plegarias interpretadas por las bandas musicales. «El Señor de las Ánimas», o el «viejo de Ánimas» como lo llaman los lugareños, desciende desde su trono en brazos de los varones santos quienes descalzos, vestidos con túnica blanca y mucha devoción, bajan a la efigie del Señor de las Ánimas, desde su altar para después de limpiarlos con algodón, la efigie es untado con exóticas fragancias para luego ser subido en una tradicional anda hecha de eucaliptos y que tiene forma de un barco la misma que es construida por la “Hermandad del Señor de las Animas”.

La escultura es ubicada en el ingreso de la iglesia quedando listo para ser venerado por todos los fieles creyentes del lugar así como por quienes regresan desde diversos lugares de Perú y el extranjero con valiosas ofrendas para el santo patrón en gratitud por los diversos milagros concedidos.

La fiesta continúa por las calles y plaza de la ciudad al son de los mejores huaynos de moda interpretada por las bandas musicales. Los paseos de entradas consistentes en toros bravos, carneros, víveres, frutas, cohetes, ceras, fuegos artificiales y diversos obsequios que son donaciones que contribuyen al éxito de la festividad.

Carrera de doce

Durante los días 12 y 13 en horas de la tarde, cabalgando los mejores caballos bien ensillados, hacen su aparición los Priostes portando el guion mientras que sus acompañantes portan diversos obsequios para ser entregados al párroco de la localidad quien en la puerta de la iglesia junto con las hermanas religiosas oficiará el «Ángelus» echando su bendición al pueblo conchucano.

Seguidamente, se inicia la tradicional «Carrera de Doce» cuando los devotos y toda su comitiva recorren la plaza mayor repartiendo desde sus caballos, diversas golosinas, frutas, prendas de vestir, juguetes, etc. que son recogidos por los niños y público en general con mucha alegría motivando el contagio de muchos presentes quienes alquilan o prestan caballos y reparten también golosinas a todos los presentes surgiendo también el desafío entre devotos por ver quién repartes más.

Gran luminaria.

Los mismos días. En horas de la noche la fiesta llega a su máxima expresión. Porque después de concentrase en casa de los priostes, toda la población sale a recorrer el pueblo bailando al compás de las bandas musicales hasta llegar a la plaza Mayor, momentos en que el cielo conchucano se ilumina con luces de colores debido a que se encienden los mejores «castillos» y al estruendo de las bombardas japonesas y las vacas locas se inicia la tradicional luminaria donde el pueblo se olvida de sus quehaceres y baila hasta el amanecer.

La madrugada del 13 de septiembre. El señor de las Ánimas, en hombros de los Varones Santos, sale en procesión iluminada con muchas arrobas de ceras (velas elaboradas por artesanos del lugar), recorre por el perímetro de la plaza en compañía del prioste del alba, los muñidores, las pallas, el sacerdote y mucho fervor religioso.

Estos actos son organizados por el Comité Pro Tardes Taurinas quienes desde el mes de abril, realizan diversas actividades sociales en Conchucos y Lima para recaudar el dinero que solventara los gastos de esta tradición.

Día central.

El 14 de septiembre, el día central, es cuando el párroco, celebra la misa central, la iglesia está rebosante de feligreses y el coro parroquial interpreta el Himno al Señor de las Animas; finalizada la misa, los devotos reparten hermosas estampas con la imagen del Señor. Son los recordatorios que perennizan la festividad luego se asiste al Gran Almuerzo de Gala, en casa de los devotos para degustar los exquisitos platos típicos predominando el «picante de cuy» y el sabroso «mechao».

Procesión del día.

A las 3 de la tarde se inicia la solemne «procesión del día», El señor sale de la iglesia en su tradicional anda adornada con ramos de flores e iluminada también con muchas velas, la efigie sale en hombros de los varones santos quienes vestidos de blanco y completamente descalzos, cargan la sagrada imagen por toda la plaza mayor.

Esta ceremonia es acompañada por los «Priostes del Día» y los «Muñidores», con diversas estampas costumbristas destacando las Pallas, los Indios. Junto a ellos el pueblo en pleno, congregado junto a la sagrada imagen van orando y cantando los diversos himnos religiosos ¡todo es poco para venerar al santo patrón!

Durante el recorrido, algunos niños y señoritas donan su limosna y agarran las cintas que presiden el acto solemne; mientras que las bandas de músicos interpretan sus mejores marchas religiosas una cuadra cada una. Al retornar a la iglesia, el «Muñidor» agradece a los Priostes presentes luego invoca a los fieles creyentes para que entren devotos para el próximo año, los voluntarios se acercan y toman «el guion» y son ovacionados con aplausos y «dianas» de las bandas musicales

Posteriormente, la procesión entra a la iglesia en brazos de los varones santos y las monjas entonan el himno al «Señor de las Ánimas» compuesto especialmente para la festividad.

Los días 15 y 16 son dedicados al futbol, deporte donde compiten diversos equipos deportivos invitados en pueblos aledaños y de hijos residentes en Lima cuyo trofeo consiste generalmente en un hermoso toro para el ganador.

Asimismo el 16, se realiza la tradicional Carrera de Cintas a cargo de Los Capitanes de Cintas integrado por simpáticas señoritas y jóvenes conchucanos quienes venden las tarjetas que otorga el derecho a correr con un buen caballo y jalar las cintas que están colgadas en un arco y el que saca la mayor cantidad de cintas, recibe su premio y por la noche es agasajado en un baile de gala organizado por los mismos capitanes.

Tardes taurinas

Finalmente, durante los días 17 y 18 de septiembre, se realiza las «tradicionales tardes taurinas» acto que congrega a todo el pueblo y numeroso público venido desde los pueblos vecinos para expectar la lidia de bravísimos toros que son donados por aficionados a la tauromaquia y bajados de frígidas punas cuyas ganaderías pertenecen a diversos ganaderos mientras que los toreros, llegan contratados de otros lugares.

Así, finaliza esta gran festividad. El pueblo se viste de nostalgia, los visitantes regresan a su localidad y el pueblo seguirá trabajando por su desarrollo bajo el brazo protector de su Santo Patron «Señor de las Ánimas», tratando cada día de vivir mejor.